Siguenos a traves de twitter @policiactiva o a traves de BBM

lunes, 28 de marzo de 2016

Una realidad inocultable

Los policías venezolanos viven literalmente al lado de la delincuencia y algunos han sentido el poder que ésta ejerce cuando sus armas los obligan a buscar una nueva residencia. Ese es el caso de cuatro efectivos que esta semana fueron sorprendidos por delincuentes cuando se encontraban en sus viviendas.Los cuatro hombres pertenecen a organismos de seguridad distintos:  Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalística (Cicpc), Policía Municipal de Libertador (Policaracas), Policía de Baruta y Policía Municipal de Páez.  Es que el hampa no distingue uniformes.El sábado 27 de marzo en la noche, unPolibaruta ingresó a la casa de su familia en el sector El Estanque de Coche, cuando vecinos le avisaron que delincuentes de la zona buscaban asesinarlo y quemarlo como represalia a su profesión.El hombre tuvo que pedir apoyo a sus compañeros, pues los delincuentes habían rodeado la casa. La alarma se extendió a otros cuerpos policiales, y comisiones de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), Policía de Miranda y Polibaruta se unieron para el rescate.La situación no pasó a mayores, como sí ocurrió con un funcionario de Polipaéz, estado Mirand, el mismo sábado. Mientras el Polibaruta era rescatado, éste efectivo intentaba librarse de los delincuentes que robaron su vivienda y amenazaron a su familia en Río Chico. El agente no tuvo remedio que salir de su casa. Este caso fue reportado por varios efectivos, pero la directiva de la institución no tenía conocimiento del mismo.Por compañeros del supervisor jefe dePolicaracas, Larry Morillo, asesinado el 23 de marzo, se conoció que la familia de la víctima no ha podido regresar a la vivienda que habitaba hasta esa fecha en el barrio Los Sin Techos de El Cementerio. Delincuentes ingresaron al inmueble y sustrajeron todos los artefactos eléctricos. “No hay honor ni de guerra, ni de nada”, dijo uno de los allegados al funcionario aEfecto Cocuyo.“La esposa, hija, madre y sobrinos del supervisor están esperando respuesta de los encargados de la Misión Vivienda para ver si los reubican. Ahora están en casa de un pariente porque no tienen dónde vivir”, contó otro compañero de Morillo.Un día antes, un funcionario de la División Contra Robo de Vehículos del Cicpc tuvo que salir de su casa para evitar la muerte. Con siete miembros familiares a cuesta, el funcionario fue rescatado por la Brigada de Acciones Especiales (BAE) antes de que los 60 delincuentes armados con fusiles cumplieran la promesa de asesinarlo. Así lo afirmó uno de sus pares, quien tiene a 10 colegas desplazados por el hampa.Tanto Río Chico, como El Cementerio y El Valle son conocidas como “Zonas de Paz”, lugares en los que el Gobierno intentó negociar con las bandas criminales para la entrega de las armas y su pacificación. El proyecto fracasó.Vivir calladoEl día que asesinaron a Larry Morillo un funcionario de su misma institución estaba cerca del sitio. Vio todo: la amenaza, el homicidio, las pesquisas, el robo; pero, no pudo auxiliarlo.El hampa de Los Sin Techos lo tiene fichado y amenazado desde que en la Cota 905 mataron y quemaron a su hijo de 15 años de edad. “El funcionario sigue viviendo ahí porque no hay apoyo del Gobierno. Somos los hijos de nadie. El sueldo de un policía  es de 12 mil bolívares mensual más bono de alimentación. No es fácil mudarse, aunque tengamos la muerte en la vuelta de la esquina”, explicó uno de los compañeros del Policaracas afectado.Este uniformado ha visto a tres de sus compañeros sufrir por el desplazamiento que el hampa les impuso. Pero, Alejandra*, criminóloga graduada de la Universidad de Los Andes y con 12 años en el área policial,   ha conocido de 50 casos de efectivos policiales y militares que han tenido que huir de sus hogares por la amenaza de las bandas delictivas.“Hay algunos que lo han perdido todo porque no tienen otro sitio a dónde irse con todas sus cosas. A veces ni siquiera le dan chance de sacarlas, sino que les dicen que se vayan con lo que tienen encima. Luego no pueden volver, porque o ya se robaron todo o hay una nueva familia viviendo en su casa”, dijo Alej
andra, quien también fue profesora de la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad (Unes) y del Instituto Universitario de la Policía Metropolitana.Asegura que esta situación no solo se vive en las conocidas “Zonas de Paz”, sino también en San Agustín, Antímano, Carapita, Las Adjuntas de Distrito Capital; Cúa, Charallave y Los Teques  ( Miranda) y  San Sebastián ( Aragua).“Siempre se le dio prioridad a las personas de zonas populares para el beneficio de un apartamento de la Misión Vivienda, mientras que al policía se le fue relegando. De tal manera que se le dio casa a los que actualmente están matando a los funcionarios policiales”, explicó la especialista en materia policial sobre la asignación de nuevos hogares para los efectivos que vivan en zonas de riesgo.Cree que el silencio del presidente Nicolás Maduro y del Ministerio para Relaciones Interiores Justicia y Paz promueve el descontento en los cuerpos policiales que se sienten desasistidos. Por esta razón, señala que el corazón policial se ha deshumanizado, pues los comentarios a favor de los linchamientos y los abatidos se vuelven más frecuentes.
Cortesía: efecto cocuyo

miércoles, 9 de marzo de 2016

Continúa la Matanza de Policías

Por: Iván Martínez

No hay nada peor en un país, que los funcionarios policiales encargados de la seguridad ciudadana, se quejen por el alto índice delictivo, y es esta la situación de nuestros policías venezolanos. En días recientes han sucedido unos hechos delictivos en contra de nuestros funcionarios policiales ante la mirada silenciosa del gobierno del presidente obrero Nicolás Maduro, muy terribles, situación que mantiene en una desmoralización a todos los policías del país; y donde se siente la falta de ayuda y protección por quienes gerencian el estado y los mismos cuerpos de policía que no dicen ni hacen nada.

Uno es el horroroso caso de la masacre de los dos funcionarios de la policía estadal de Aragua de nombre Joel Ernesto Muñoz Febres de 29 años de edad, quien se desempeñaba como oficial agregado adscrito a la comisaría del centro, y Dayana Yerusca Franco Chirinos de 27 años, quien prestaba su servicio como oficial del cuerpo de seguridad regional adscrita al comando central, quienes fueron vilmente asesinados, y posteriormente quemados de manera brutal. Otro caso espantoso fue el de la muerte del oficial jefe Pablo López de la policía de Miranda quien el sábado pasado murió a balazos para robarle una moto en compañía de una persona quien le ofrecía un servicio de moto taxi. Un caso aún más tétrico fue el del inspector Carrillo Luis adscrito a la brigada contra hurto del CICPC quien fue herido mortalmente en un intercambio de disparos en la avenida Baralt de Caracas. Así está la situación sin una pronunciación oficial sobre estas masacres.

Aunado a esto, está en contraposición, el poderío bélico y terrorista que tienen los delincuentes que gozan de libertad plena, enquistados en las barriadas de Venezuela, tomando como ejemplo los de la cota 905 y la parroquia populosa del valle en Caracas los cuales secuestran, roban y "pican" a personas ante la incapacidad operativa de nuestros policías. Fusiles de alto calibre, granadas, morteros y vehículos blindados son los instrumentos que utilizan el hampa común ya organizada para cometer sus actos delictivos; todo esto, repito, ante la mirada muda del gobierno.

Mientras esto acontece en el país, los policías venezolanos no gozan de un seguro de vida amplio que les permita acceder al riesgo operativo, cuyo monto alcanza a 140 mil bolívares en el caso de la Policía Nacional Bolivariana, y las carencias operativas como motos y patrullas en mal estado, armamento no acorde para enfrentar a las bandas criminales del país, deficiencia de dotación de cartuchos para las armas, falla en la dotación de los uniformes, sueldos sumamente bajos (unos 30 dólares mensuales en la PNB, en los demás cuerpos policiales va muy por debajo a este monto), hacen que la labor policial, sea una de las más peligrosas y las menos beneficiosas a nivel nacional. Muchos policías se sienten atemorizados por esta situación, donde las bajas y los reposos en los comandos han alcanzado cifras astronómicas.

Aun así el gobierno nacional quiere mantener una política de seguridad totalmente alejada de la realidad, suponiendo que los violadores de los derechos humanos son los policías, y que los delincuentes, que han cometido múltiples y variados delitos, son solo "ciudadanos en conflicto", cuyas sanciones, son beneficios procesales de libertad o presentación; trayendo como consecuencia lógica y palpable un aumento de la inseguridad a nivel general, y donde aparecen nuevos delitos o aberraciones morales como "picar" a las personas entre otros.

Es por ello que los policías, en una sola voz, piden a gritos que se les escuche. Ya se trata de la vida misma tanto de los funcionarios como la de la población civil, y también de la falta de acción del gobierno nacional. Entre sus peticiones se encuentran:

1. Declarar emergencia nacional por la continuada muerte de los funcionarios policiales a nivel nacional.

2. La reforma inmediata del CÓDIGO ORGANICO PROCESAL PENAL, EL CÓDIGO PENAL, LA LOPNNA

3. La reorganización y refun dación de un nuevo Sistema De Justicia, que integren a los fiscales policiales, y que se forme un servicio de fiscalía móvil en cada comando policial del país.

4. La desmovilización de grupos irregulares financiados y amparados por el gobierno, autodenominados "colectivos", que en la mayoría de los casos afectan la labor policial y actúan totalmente al margen de la ley. (en este apartado quisiera solicitar la libertad plena a los 9 efectivos de la Policía Nacional Bolivariana, adscritos al servicio de patrullaje motorizado del amparo, que se encuentran privados de libertad, por intentar detener a unos sujetos de unos colectivos y donde figuraba unos sobrinos de un alto funcionario del gobierno actual)

5. Eliminación de las mal - "zonas de paz" que son los lugares donde operan las bandas criminales mejor organizadas y que mantienen en jaque la seguridad de los ciudadanos.

6. La refundación de la UNES, con un sistema de estudios dirigidos por policías y fiscales del ministerio público y no por hippies de oficio, donde la disciplina y el respeto a la ley, sea el medio para la formación de los efectivos policiales.

7. El incremento de las penas para los delincuentes que asesinen a efectivos policiales.

8. Homologación de sueldos, salarios y beneficios a todos los policías a nivel nacional, incluyendo una red de clínicas para los efectivos y sus familiares.

9. Reforma del sistema penitenciario del país, ya que, en estos centros se dirigen secuestros y robos en la calle, esto sin contar el armamento que poseen los privados de libertad. Recuerden caso reciente en Margarita, de igual forma se solicita medidas restrictivas de comunicación en los centros penales del país, incluyendo requisas diarias.

10. Implementación y dotación de armamento de alto calibre a todas las instituciones policiales del país (armas de guerra), ya que los policías poseen una desventaja operativa y no es justo que nuestros funcionarios sean la carne del cañón en la guerra que persiste en Venezuela.

11. La creación de servicios operativos tácticos en todos los cuerpos policiales del país (grupos de acción inmediata), ya que los pocos operadores tácticos existentes, en la mayoría de los casos sirven como escoltas de los ministros y demás funcionarios del gobierno, perdiéndose un profesional preparado en actividades no inherentes a su formación.

12. Una mejor dotación logística a los cuerpos de policía, ya que para que nuestros funcionarios policiales puedan pasar un procedimiento, deben pagar para copias e impresiones de su propio bolsillo y utilizar equipos de computación personales, ya que, los comandos y dependencias de policía no tienen recursos para la autogestión policial; y donde la respuesta de la superioridad es: "el policía pare". Exclamación que va en contra del nuevo modelo policial y que demuestra una falta a la moral. (leer baquías).

La situación actual de nuestros policías en Venezuela es deplorable, y no hay quien los ayude. Mientras el gobierno se empeña en resolver los casos o delitos más emblemáticos como la muerte del periodista de VTV, y otros tantos, los policías son masacrados a mansalva. La mayoría de los jefes y directivos de los cuerpos de policía, solo cuidan su estatus y sus cargos mientras los niveles jerárquicos más bajos se enfrentan a una violencia que cada día aumenta su poderío, quedando al final, los policías como datos estadísticos en cuadros por decesos. Mi apoyo rotundo a los funcionarios y funcionarias del país, que con una entrega sin igual y una disposición de amor total, arriesgan la vida por nada. Mis respetos y Saludos.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Cicpc prohíbe a funcionarios enviar información por BBM, Whatsapp o telegram.


El envío de fotografías de detenidos o personas fallecidas fue eliminado, al igual que comentarios y mensajes “que no sea relacionado con el trabajo”

Por Darvinson Rojas

Durante un reunión entre los jefes de las seis Regiones Estratégicas de Investigación Investigación Penal (Redip), los directores nacionales del Cuerpo de Investigaciones, Científicas, Penales y Criminalísticas, con el comisario general Douglas Rico, director de la policía científica, fueron tratados varios temas para evitar que los periodistas de la fuente de sucesos obtengan información de interés para la ciudadanía.

Una fuente policial indicó que la primera orden fue prohibir el uso de grupos integrados por comisarios, inspectores, detectives y personal administrativo en plataformas de mensajería instantánea como Blackberry Messenger y Whatsapp. Solo está permitida la existencia del grupo que integran los jefes de cada región.

Integrantes de divisiones como la Contra Homicidios, Contra Robos y Hurtos de Vehículos, al igual que los de las subdelegaciones no podrán comunicarse con varios participantes a la vez con sus teléfonos. El envío de fotografías de detenidos o personas fallecidas también fue eliminado, al igual que comentarios y mensajes “que no sea relacionado con el trabajo”.

Las minutas que reseñan con detalle los hechos ocurridos y las personas involucradas deberán ser enviadas a la sala situacional de la ciudad de Caracas con el nombre, apellido, cédula y credencial del agente que la redactó 


Cortesía: el Pitazo.com